En los últimos años la grama artificial se
ha ubicado entre las principales superficies utilizadas en campos deportivos a
nivel mundial.
Su éxito se debe a muchos factores, entre
los que se destacan, está la posibilidad de utilizar un campo durante un tiempo
mucho más prolongado que la grama natural a un costo menor en mantenimiento al
largo plazo.
Esto ha generado un “boom” en el mercado de
fabricantes de grama artificial ya que, tanto entes públicos como privados, se
lanzan en la aventura de instalar este tipo de superficies en cualquier campo
que crean necesario.
Sin embargo, muchos de estas personas e
instituciones toman esta decisión muy a la ligera sin pensar en las
consecuencias económicas y deportivas que pueda generar esta decisión.
Para el emprendedor que comienza un negocio de canchas
de alquiler, es la mejor opción, ya que la grama artificial le da la
disponibilidad de la instalación a toda hora y esto se convierte en mayores
ingresos.
Pero
a la hora de instalar este tipo de superficie en un campo profesional la
historia es distinta.
Generalmente, los equipos bien manejados de fútbol en
primera división utilizan su sede principal solo lo necesario. Es decir, ya que la
grama natural permite un uso de 28 horas a la semana, la organización
distribuye este tiempo entre sus distintas categorías para poder tener un campo
en perfectas condiciones a la hora de jugar los partidos del torneo local.
En caso de necesitar más horas de
entrenamiento, que seguramente es así, se utiliza un campo auxiliar dentro del
mismo complejo o cerca de este. En ese caso si se justifica el uso de grama
artificial, pero colocar grama artificial en un estadio donde se juega un
torneo profesional no es lo más acertado en la mayoría de los casos.
En Europa y Sur América, donde se encuentran los mejores
clubes de futbol del mundo, se aplica esta práctica. Solo en casos muy extremos
como por ejemplo en Rusia donde en clima impide tener un campo en óptimas
condiciones se ha instalado grama artificial en un estadio de un club de
primera división.
En Venezuela, específicamente en el estadio Olímpico de
Caracas, varios entes y muchos fanáticos han asomado el deseo de colocar grama
artificial en esta instalación. Sin embargo, esta petición se hace sin tomar en
cuenta que, a pesar que la grama artificial tiene una capacidad de uso muy
superior a la grama natural, no significa que su uso pueda ser indiscriminado.
Lagrama artificial, al igual que la natural tiene sus restricciones y un
mantenimiento especifico para que la misma pueda funcionar a cabalidad según
las especificaciones del fabricante.
Es muy distinta la vida útil de los
materiales con que se fabrica una superficie de grama artificial y la vida útil
de la superficie en condiciones optimas de juego. Por esta razón, a la hora de
tomar una decisión de colocar una superficie de grama artificial es necesario
investigar sobre sus verdaderos beneficios de cada instalación